jueves, 2 de enero de 2014
El conciente ya cansado de la superioridad de la realidad, ahuyentado por tantas propuestas de estilos de vida, rebuscadas formas de vida, de creerse el cuento, tal vez el más grande cuento que nos han hecho creer, o los cuentos que a su vez han salido de dicho cuento. No hay verdad, no existe, es méntira la verdad que nos han dado, todo es un plan que se perfecciona a cada pasar del tiempo, no se puede escapar, cualquier intento de ser diferente es inútil, no hay una idea que nos salve, no hay un dios que nos cuide. Esta muerto, todos lo matamos. No hables más, no preguntes, no hay respuestas, las verdades se acabarón. Puede también que exista esa otra posibilidad de existencia, la del optimismo, que es un aliado incansable, un tonto soñador que camina a veces sin saber a donde, es una alternativa, no sé si sea la mejor, la correcta, pero puede que a alguno os sirva. O puede que encuentres tu mismo la puerta, tu puerta, la que te abre al mundo, a tu mundo, a la idea de como concibes el mundo, tu utopia, y así mismo la cosmogonia, la visión de la vida, el sentido, el motivo, la espera que satisface, el momento preciso, las personas amadas, el sol que brilla, la sonrisa que contagia, la vida feliz.
Pues bien, el destino esta escrito, la suerte echada, que mas.. pues ya que todo esta dicho y hecho, queda decir los siguiente: Ha terminado el tiempo en que se cuenta dosmiltrece, ahora contaremos dosmilcatorce, el absurdo del tiempo es el que nos ha perseguido desde tiempos incontables, ha torturado al hombre, a la naturaleza, a la respuesta de eso mismo, tiempo transcurrido sin forma, lento y arrogante como la mirada de un gato. Pero la razón más importante por la que creo que se cuenta es por que debilita, enferma, y sacude el corazón del hombre, lo hace perder, y el tiempo continua produciendo ese asco entre los humanos, y pasa entre ellos como el mas hábil de los ladrones. Me he propuesto no contar el tiempo, ignorar los relojes, vivir a mi tiempo, a destiempo tal vez, pero al ritmo de mis emociones, las emociones innatas que responden a cada encuentro, a cada rostro, cada palabra, ocultarme del tiempo, huir de él. Sueño un día con entender el misterio, la duda que es el tiempo. Personas ordinarias que ocupan todos los espacios, se disponen a proponerse objetivos, como si de verdad fuera nuevo todo, como si su corazón estuviera nuevo, como creer que han dejado atrás todo lo que molesta e inquieta en la vida; pero ello vive ahí, no envejece ni rejuvenece, sólo existe ahí, y comenzar de nuevo es mentir, caer en el sucio juego que es el tiempo, confiar en él porque una vez mas es enero.
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