el ciego que veía..

"Las tres enfermedades del hombre actual son la incomunicación, la revolución tecnológica y su vida centrada en su triunfo personal."

SOLA LA CIUDAD NO ESTA

Caóticas calles se miran llenas a lo lejos,
miradas que se pierden al dar la vuelta,
gente que pasa, que pisa este suelo y lo envuelve de calor, de sudor,
de amor, de mugre...


Sola la ciudad regresa con el sol,
y murmura en su lenguaje que quiere estar sola,
pero nunca lo esta...


Pisadas lentas que consumen la tierra,
cada día mas autos,
cada día mas días sin detenerse.

De noche las voces parecen esconderse

pero no es mas que la ausencia de pensamientos, de ideas,

mañana cuando despierte sera otra vez la misma.

Perdida sigue mi sombra...


acostumbrada a ese rojo amanecer que procura días de poco sol, de pocas lágrimas.


Palabras descompuestas de mentiras de tu boca salen,
salen y me engañan...


Tus manos que dejo sentir, 
tu cuerpo también se pierde al amanecer, 


y amanecer  cuesta tanto hoy,


como quien vuelve ha nacer,


Si, de tu boca sigue amaneciendo mi alma y perdida estas de esa idea.
Perdida vuelves  en mis desvelos, y no sabes que pedir, no sabes que decir.

Mi HERMANA Y YO, cap 4,31

La soledad es lo que mas me hace padecer aquí, aunque no es una sensación nueva para mi. Pero hay muchas clases de soledad. Existe la soledad de los lugares , la menos dañina de las soledades por que cuando se vive lejos de un lugar querido, nace la esperanza y el deseo de un futuro en el cual el espíritu humano puede felizmente confiar y trae consuelo. Existe también la soledad de una alta aspiración, la mas bendita de las soledades, que involucra no solo planes para si mismo sino para la humanidad en general, y no necesita así cuidarse de las probables contrariedades que acarrea. Y por fin, está desgraciadamente la soledad que tiene una falta total de compensaciones, la soledad debida al fracaso del individuo para alcanzar un entendimiento común con el mundo. Ésta es la soledad más amarga de todas, la que corroe el corazón de mi existencia. F.Nietzsche